Todos hemos escuchado alguna vez el término “asesinos múltiples”. Estamos cansados de verlos en películas, series, libros, blogs… Y aunque sean recurrentes protagonistas en la ficción, también existen asesinos múltiples reales y asesinos múltiples de ficción.
Sin embargo, usualmente se utiliza indistintamente con el “asesino en serie”, cuando éste no es el único tipo de asesino múltiple que existe.
Los asesinos múltiples son aquellos que matan a más de una persona. Dentro de esta definición caben diferentes tipos de asesino, que se pueden clasificar de la siguiente manera:
Asesino en masa
El asesino en masa se caracteriza por la comisión de una sola acción, en un mismo lugar, con cuatro o más víctimas. Estos asesinos son mayoritariamente varones, con una media de edad de 40 años, solteros o divorciados y muchos presentan historia militar o de estamentos organizados. Se caracterizan por atacar sin distinción a muchas personas. Actúan en un solo incidente que puede producirse tanto en la calle como en el interior de un edificio. Se trata de un solo agresor y múltiples víctimas y existe una elevada prevalencia de trastornos mentales graves en el asesino.
Asesino frenético – spree killer –
El asesino frenético, «spree killer» o asesino itinerante es un asesino que mata a dos o más víctimas en un periodo de tiempo consecutivo y en dos o más lugares. El tiempo que transcurre entre un asesinato y otro no se debe a un periodo de enfriamiento, sino que es el tiempo que transcurre en encontrar una nueva víctima. En este caso habría que hablar más de viaje que de desplazamiento. Se requiere movilidad geográfica del asesino. Se podría decir que el asesino no deja de matar, no habría individualización de cada víctima, sino que es parte de una serie consecutivas de asesinatos.
Este tipo de asesino puede aparecer combinado con los otros dos. Por una parte, podríamos encontrarnos con un asesino en masa itinerante en los casos en los que el asesino acude a otra localidad en búsqueda de un nuevo grupo de víctimas. Por otra parte, también existe un asesino en serie itinerante. Éste deja pasar menos tiempo entre los asesinatos, y sus víctimas pueden no tener ningún tipo de relación.
Asesino en serie
El asesino en serie comete al menos tres asesinatos, llevados a cabo en lugares diferentes y separados en el tiempo. Durante el tiempo que transcurre entre un asesinato y otro, hay un periodo de enfriamiento emocional. No existe una conexión aparente entre unas muertes y otras, aunque en ocasiones tienen un patrón común: selección de la víctima, misma dinámica criminal, factores temporales o situacionales, la práctica sistemática de actos con un fuerte significado psicológico y el control ejercido sobre la situación.
Actualmente, hay varios autores que siguen lo mencionado en el manual del FBI Serial Murder: Multi-Disciplinary Perspectives for Investigators. En este manual se recogen las conclusiones de un congreso donde se reunieron un gran número de expertos, y se define el término de asesinato en serie como la muerte de dos o más víctimas cometida por el mismo delincuentes o delincuentes en eventos separados. Por lo tanto, se incluyen en esta definición los siguientes elementos:
- Uno o más delincuentes: Se establece un máximo de dos, ya que si fuesen más estaríamos dentro de lo que se llama grupo criminal, y no se podría hablar de asesinos en serie. Un caso de pareja criminal es la de Buono y Bianchi, dos primos que actuaban coordinados.
- Dos o más víctimas: La razón de defender esta definición y no la que sitúa el asesinato en serie a partir de tres o más víctimas, es porque analizando el asesinato de dos víctimas ya se puede establecer un patrón delictivo y saber si son dos crímenes independientes o están relacionados.
Los asesinatos deben haber ocurrido en eventos separados, en diferentes momentos (este apunte es igual que en la definición anterior). El periodo de tiempo entre los asesinatos separa el asesinato en serie de asesinatos en masa.
Historia del término
El término asesino serial (serial killer) fue acuñado, en la década de los 70, por Robert K. Ressler, perfilador del FBI. Por aquella época, asesinatos como los del famoso asesino “El Hijo de Sam” (David Berkowitz) en Estados Unidos, eran denominados “asesinatos de extraños”. Este término, como explica el propio Ressler (2005) en su libro, Asesinos en Serie, no le pareció apropiado, porque a veces los asesinos sí conocía a sus víctimas.
Otra definición conocida es la de Egger (1998) para quien: “un asesinato en serie ocurre cuando uno o más individuos cometen un segundo y/o posterior asesinato; no hay en general relación anterior entre la víctima y el agresor, los asesinatos posteriores ocurren en diferentes momentos y no tienen relación aparente con el asesinato inicial y suelen ser cometidos en una localización geográfica distinta. Además, el motivo del crimen no es el lucro sino el deseo del asesino de ejercer control o la dominación sobre sus víctimas.
Estas últimas pueden tener un valor simbólico para el asesino y/o ser percibidas como carentes de valor y en la mayoría de casos, no pueden defenderse y avisar a terceros de su situación de indefensión o son percibidos como impotentes dada su situación en este momento, el sitio o el estatus social que detentan dentro de su entorno inmediato, como por ejemplo, vagabundos, los ‘sin techo’, prostitutas, trabajadores inmigrantes, homosexuales, niños desaparecidos, mujeres que han salido solas de casa, ancianas, universitarios y pacientes de hospital”.