
El trastorno delirante no esquizofrénico se caracteriza por la presencia de ideas delirantes no extrañas (que es posible que ocurran en la vida cotidiana), de cómo mínimo un mes de duración, en ausencia de delirios y alucinaciones, no estando deteriorada la actividad psicosocial de forma significativa y la alteración no se debe a consumo de tóxicos.
Si no se aborda el tema delirante el individuo aparenta absoluta normalidad. Se conservan las facultades cognitivas (inteligencia, consciencia, memoria y capacidad para enjuiciar los comportamientos).
Tipo de trastorno delirante no esquizofrénico:
Las personas que padecen el trastorno delirante no esquizofrénico, a su vez, pueden diferenciarse entre ellas según el tipo de trastorno que manifiesten y según el tipo de pensamiento que tengan.
El delirio está sujeto a la personalidad del delirante, y se desarrolla con orden, coherencia y claridad.
Los tipos de trastornos que pueden llegar a padecer las personas son:
- Tipo erotomaníaco: basado en ideas delirantes de que otra persona, en general de un status superior, está enamorada del sujeto.
- De grandiosidad: ideas delirantes de exagerado valor, poder, conocimientos, identidad, o relación especial con una divinidad o una persona famosa.
- Celotípico: ideas delirantes de que el compañero sexual es infiel.
- Persecutorio: ideas delirantes de que la persona (o alguien próximo a ella) está siendo perjudicada de alguna forma.
- Somático: ideas delirantes de que la persona tiene algún defecto físico o una enfermedad médica.
- Mixto: ideas delirantes características de más de uno de los tipos anteriores, pero sin predominio de ningún tema.
- No especificado: Amenazas, falsas acusaciones, agresiones (en el tipo persecutorio) y homicidio o intento de homicidio (celotípico.)
La persona es consciente de que está actuando mal y que serán merecedores de una pena, pero están convencidos de estar en posesión de la verdad y que son los demás los equivocados.
Se debe valorar la conexión entre el delito y el tipo de delirio que presenta la persona. Como norma se suele contemplar la eximente en los casos de trastorno delirante persistente.
Personalidad y adaptación premórbida del trastorno delirante no esquizofrénico
Dentro del rasgo de la personalidad encontramos:
– Desconfianza.
– Rigidez.
– Hipertrofia del Yo.
Y, dentro de la adaptación premórbida:
– Buena adaptación social.
– Aparentemente asintomáticos (“encapsulación del delirio”).
– Descompensación.
El delirio
El delirio es un conjunto de ideas elaboradas de forma lógica y comprensibles pero que son incorregibles.
Se caracteriza por ser crónico y no fluctuante o episódico.
Además, es independiente del tono afectivo.
El delirio se inicia y se mantiene en base a juicio sobre hechos irrelevantes. Pero tiende a ampliarse por diferentes razonamientos y comprobaciones de la persona que lo padece.
Características del delincuente y el delito paranoico
Acá vamos a desarrollar brevemente las características del delincuente y el delito paranoico:
– El delincuente tiene una progresión delictiva en su historial personal, componente prodrómico al homicidio.
– Suele padecer situaciones estresantes al límite previas al delito. Generalmente tiene una premeditación delirante del crimen.
– La comisión del delito la efectúa con lucidez, serenidad, precisión astucia y refinamiento.
– Es individualista. Es un delincuente solitario.
– Crimen justificado, ineludible, necesario e incluso como el cumplimiento de un deber.
– Necesidad delictiva.
– Revela la utilización de un código intimo que solo él sabe y debe cumplirlo estrictamente.
– No se esconde. Justifica el delito con una argumentación exhaustiva y super valida para él. Sentimiento de haber hecho justicia.
– Ausencia de todo tipo de arrepentimiento.
– Desapego emocional.
– Tienen tendencia al litigio. Antagonismo con el sistema judicial.
– Suele mostrarse secreto o distante, incluso arrogante respecto del crimen.
– Los crimines suelen ser desproporcionados. Frecuentemente son crímenes de sangre.
– Luego de cometerlo, muestran un carácter ilógico, emociona o extraño del crimen.
– Los delincuentes de máxima peligrosidad suelen ser los que padecen de un trastorno delirante, esquizofrenia paranoide y/o psicosis indiferenciada.
-Luego del tratamiento acorde al trastorno, tiende a disminuir su peligrosidad.