Los trastornos disociativos son trastornos mentales que suponen una desconexión y falta de continuidad entre pensamientos, recuerdos, entornos, acciones e identidad.
Los trastornos disociativos incluyen la amnesia disociativa, la fuga disociativa, y el trastorno de identidad. Estos trastornos disociativos son con frecuencia precipitados por un estrés abrumador.
El estrés puede estar causado por la experiencia o por la observación de un acontecimiento traumático, un accidente o un desastre.
La incapacidad de algunas personalidades de recordar información personal importante (amnesia) se mezcla con el conocimiento simultáneo de la información por parte de otras personalidades coexistentes. Algunas personalidades parecen conocerse e interactuar entre sí en un complejo mundo interior. Por ejemplo, la personalidad A puede estar consciente de la personalidad B y saber lo que ésta realiza, como si la estuviera observando; la personalidad B puede ser consciente o no de la personalidad A.
¿Cómo suelen aparecer los trastornos disociativos?
Por lo general, los trastornos disociativos aparecen en reacción a un trauma y ayudan a mantener los recuerdos difíciles controlados.
Los síntomas, que pueden ir de la amnesia hasta las identidades alternativas, dependen, en parte, del tipo de trastorno que tenga la persona. Los períodos de estrés pueden empeorar temporalmente los síntomas, haciéndolos más evidentes.
El trastorno de identidad disociativo, antes llamado trastorno de personalidad múltiple es una situación en la cual alternan en el control del comportamiento de la persona dos o más identidades o personalidades y en la que se producen episodios de amnesia.
Signos y síntomas del trastorno disociativo
Los signos y síntomas dependen del tipo de trastornos disociativos que tenga la persona, pero pueden comprender:
– Pérdida de memoria (amnesia) de ciertos períodos, sucesos, personas e información personal.
– Sensación de estar separado de ti mismo y de tus emociones.
– Percepción de que las personas y cosas que te rodean están distorsionadas o son irreales.
– Un sentido confuso de la identidad.
– Estrés significativo o problemas en tus relaciones personales, tu trabajo y otros ámbitos importantes de tu vida.
– Incapacidad para afrontar bien el estrés emocional o profesional.
– Problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, y pensamientos y comportamientos suicidas.
Tratamiento para los trastornos disociativos
Los tratamientos para los trastornos disociativos pueden ser la terapia de conversación (psicoterapia) y los medicamentos. Si bien tratar los trastornos disociativos puede ser difícil, muchas personas aprenden nuevas formas de afrontarlos y llevan una vida saludable y productiva.
Trastornos disociativos principales
a. Amnesia disociativa: el síntoma principal es una pérdida de memoria que es más grave que un olvido normal y que no puede justificarse por la existencia de una enfermedad. La persona no puede recordar información sobre si ni sobre acontecimientos y personas de su vida, en especial los relacionados con un momento traumático.
La amnesia disociativa puede ser específica de acontecimientos producidos en un cierto momento, como combates intensos, o, con menor frecuencia, puede tratarse de la pérdida completa de la memoria sobre sí mismo. A veces puede implicar que se traslade o deambule en un estado de confusión que lo aleje de su vida (fuga disociativa).
El episodio de amnesia generalmente se presenta en forma repentina y puede durar minutos, horas o, rara vez, meses o años.
b. Trastorno de identidad disociativo: este trastorno, antes conocido como “trastorno de personalidad múltiple”, se caracteriza por ‘alternar’ diferentes identidades.
Es posible que la persona sienta la presencia de dos o más personas que hablan o viven en su cabeza y que sienta que estas identidades lo poseyeron. Cada identidad puede tener un nombre, una historia personal y características únicas, entre ellas, diferencias obvias de voz, género, tratos e incluso cualidades físicas, como la necesidad de usar lentes. También hay diferencias en cuanto a la familiaridad de cada identidad con las demás.
Las personas con trastorno de identidad disociativo, en general, también tienen amnesia disociativa y, a menudo, sufren fuga disociativa.
c. Trastorno de despersonalización-desrealización: este trastorno le implica a la persona una sensación continua o episódica de desconexión o de estar fuera de sí mismo, al observar sus acciones, sentimientos, pensamientos y a sí mismo desde cierta distancia como si estuviera mirando una película (despersonalización).
Es posible que otras personas y cosas que la rodean, las perciba distantes, borrosas o como en un sueño, que el tiempo transcurra más lenta o más rápidamente y que el mundo parezca irreal (desrealización).
Puede sentir despersonalización, desrealización o ambas.
Es posible que los síntomas, que pueden ser profundamente angustiantes, duren solo unos momentos o que vayan y vengan a lo largo de los años.
Complicaciones posibles para las personas con trastornos disociativos
Las personas con trastornos disociativos presentan un mayor riesgo de tener complicaciones y trastornos asociados, tales como:
– Autolesiones o mutilaciones.
– Pensamientos y comportamiento suicidas.
– Disfunción sexual.
– Trastornos por alcoholismo y abuso de drogas.
– Depresión y trastornos de ansiedad.
– Por estrés postraumático.
– De la personalidad.
– Del sueño, como pesadillas, insomnio y sonambulismo.
– Trastornos de la alimentación.
– Síntomas físicos, como aturdimiento o convulsiones no epilépticas.
– Dificultades considerables en las relaciones personales y en el trabajo.
¿Cuándo consultar un medio? ¿Qué pasa durante una crisis?
En una crisis, algunas personas con trastornos disociativos pueden tener reviviscencias traumáticas que resultan abrumadoras o que están asociadas con una conducta peligrosa. Las personas que tienen estos síntomas deberían recibir atención médica en una sala de urgencias.
Pueden ser frecuentes las agresiones a terceros o la comisión de graves delitos, bajo la influencia de una personalidad violenta. Cuando el trastorno de la conciencia sea severo, se altera de forma importante la capacidad cognitiva de los sujetos, y por tanto su responsabilidad.
Factores de riesgo
Las personas que padecen maltrato físico, sexual o emocional en la infancia durante mucho tiempo corren mayor riesgo de manifestar trastornos disociativos.
Los niños y los adultos que pasan por otros sucesos traumáticos, como guerras, desastres naturales, secuestros, torturas o procedimientos médicos prolongados y traumatizantes en la niñez, también pueden tener estos trastornos.
La identidad personal aún está en formación durante la infancia. Por eso, un niño tiene una capacidad mayor que un adulto de despegarse de sí mismo y observar el trauma como si le estuviera pasando a otra persona. Un niño que aprende a disociar para superar una experiencia traumática puede usar ese mecanismo de superación como respuesta a situaciones estresantes en su vida.
Prevención en los niños victimas de maltrato
Los niños que son víctimas de maltrato físico o emocional o de abuso sexual presentan mayor riesgo de desarrollar trastornos de salud mental, como los trastornos disociativos. Si el estrés u otros problemas personales están afectando la forma en que una persona trata a sus hijos, sobrinos o alumnos ayúdale o llámale la atención para que lo haga “consciente” a ese trato.
– Habla con esa persona y recomiéndale que hable con alguna persona de confianza como puede ser un amigo, el médico o un líder de tu comunidad religiosa.
– Ofrécele ayuda para hallar recursos disponibles tales como grupos de apoyo para padres y terapeutas de familia.
– Ayúdale a buscar iglesias y programas educativos comunitarios que ofrezcan clases de crianza de hijos.
Pensamientos o conductas suicidas
Si tienes pensamientos relacionados con lastimarte a ti mismo o lastimar a otra persona, llama al 911 o a tu número local de emergencias, dirígete a una sala de urgencias o cuéntaselo a un familiar o amigo de confianza.