El masoquismo sexual es la participación intencional en una actividad en la cual el sujeto es humillado, golpeado y atado o es objeto de algún otro tipo de abuso para experimentar excitación sexual.
El trastorno de masoquismo sexual está caracterizado por la búsqueda de gratificación sexual al recibir estimulación dolorosa en el propio cuerpo, ya sea solo o estando en pareja.
Esta práctica en algunas ocasiones puede incluso llegar a provocar malestar significativo o perjudicar el funcionamiento de la persona.
Características del Masoquismo Sexual
A continuación, describiré brevemente algunas características propias de la persona masoquista:
– la persona masoquista provoca intencionalmente estas situaciones de dolor, abuso, humillación.
– los actos que lleve a cabo (solo o con su pareja sexual) deben causar dolor e incluso a veces también hasta lesiones físicas.
– no solo los actos tienen que causar dolor, sino también humillación y degradación moral.
Conducta sexual masoquista
Las fantasías y la conducta sexual masoquista entre adultos que consienten su práctica son muy frecuente. La actividad masoquista tiende a ser ritual y duradera.
En la mayoría de los casos, la práctica en la humillación y los golpes simplemente se representa en fantasías, sabiendo los participantes que es un juego y evitando cuidadosamente una humillación o daños reales.
Sin embargo, la intensidad de la actividad aumenta con el tiempo en algunos masoquistas y pueden provocarse lesiones graves o la muerte.
Fantasías masoquistas – Ejemplos
Las actividades de los masoquistas pueden ser la manera preferida o exclusiva de producir la excitación sexual.
Las personas pueden concretar sus fantasías masoquistas en sí mismos, por ejemplo:
– Atándose ellos mismos.
– Pinchando su propia piel.
– Aplicándose descargas eléctricas.
– Quemándose a sí mismos.
O pueden buscar a una pareja que puede ser un sádico sexual*. Las actividades con una pareja incluyen ser:
– amarrado.
– con los ojos vendados.
– azotado.
– flagelado (con látigo).
– humillado con orina o defecación.
– obligado a travestirse.
– parte de una violación simulada.
*persona sádica sexual: persona que tiene impulsos por dañar a otra persona, necesitando un compañero que reciba las fantasías sádicas.
Diagnostico del trastorno masoquista sexual
Para diagnosticar a una persona que padece esta parafilia, es necesario que cumpla ciertas características. El especialista debe determinar si esa persona es realmente masoquista y para eso tiene que saber si:
a. la persona se ha estado repetida e intensamente al ser humillada, golpeada, atada o maltratada.
b. la excitación se expresa en forma de fantasías, impulsos intentos o comportamientos.
c. sus fantasías, impulsos intensos o comportamientos causan una angustia significativa o deterioran el funcionamiento en el trabajo, en situaciones sociales o en otras áreas importantes.
d. la afección ha estado presente por 6 meses o más.
Tratamiento del trastorno por masoquismo sexual
El tratamiento genérico del trastorno por masoquismo sexual no suele ser muy eficaz. Pero, Millon propuso un tratamiento en el cual buscaría invertir la polaridad placer – dolor (una persona con este trastorno de la personalidad tiende a tener cierta discordancia obteniendo placer del dolor y viceversa) y fortalecer la busca de gratificaciones en sí mismos (disminuyendo la dependencia a los demás).
También se buscaría generar un cambio en las creencias hacia uno mismo y modificar las creencias negativas hacia uno mismo y la necesidad de consentir abusos y autosacrificios constantes e excesivos.
Se buscaría modificar la creencia de que merecen sufrir o que su vida no tiene valor por si mismo y solo tiene valor si ayudan a los demás, así como el resto de distorsiones cognitivas que suelen presentar.
Asfixia autoerótica como un subtipo de trastorno de masoquismo sexual
La asfixiofilia (asfixia autoerótica) se considera un subtipo de trastorno de masoquismo sexual.
En este trastorno, las personas restringen su respiración (asfixia parcial) en el momento del orgasmo o cerca de él para exacerbar la experiencia. Por lo general, la gente usa prendas de vestir (p. ej., bufandas, ropa interior) como lazo para ahogarse.
El lazo suele estar sujeto a un objeto en el ambiente (p. ej., perilla de la puerta, poste de la cama).
La pérdida de la consciencia puede ocurrir rápidamente porque la obstrucción del retorno venoso desde el cerebro altera la perfusión cerebral, incluso antes de que la hipoxia y la hipercapnia lleguen a ser significativas.
Las personas que se asfixian a sí mismas de manera tal que el lazo no se libera al perder la consciencia pueden tener daño cerebral permanente o morir y no advertirlo.