El vouyeurismo (voyeurismo) consiste en obtener excitación sexual mientras se observa a alguien desprevenido que se está desvistiendo, que está desnudo o en plena actividad sexual – las personas no son conscientes que están siendo observadas por un tercero-.
El trastorno voyeurista consiste en responder a los impulsos y fantasías y si no responde a las mismas, la persona que sufre este trastorno voyeurista se siente angustiado o incapaz de funcionar a causa de estas.
En el voyeurismo, es el acto de mirar (espiar) el que produce la excitación y no el hecho de mantener una relación sexual con la persona observada. Los voyeurs no buscan el contacto sexual con las personas observadas.
Cuando observan a personas sin que estas consientan, pueden tener problemas legales.
El trastorno voyeurista es una de las parafilias más frecuentes y tiene una incidencia mucho mayor entre los varones.
La sociedad a menudo contempla las formas leves de este comportamiento como algo dentro de la normalidad, siempre y cuando los implicados sean adultos que consienten en ello.
La visualización de imágenes y espectáculos sexualmente explícitos, ahora ampliamente disponibles en privado en internet, no se considera voyeurismo, ya que carece del elemento de observación secreta, característica distintiva del voyeurismo.
Características fundamentales del voyeurismo
La persona que posee este trastorno siente un deseo intenso y recurrente de observar personas que no se dan cuenta que están siendo observadas. No solo cuando se están desnudando, también cuando se desvisten o tienen relaciones sexuales.
Y también lo fundamental es la falta de confianza y autoestima que tiene quien tiene este trastorno para establecer una relación sexual regular con una persona. Como consecuencia, no puede establecer ningún tipo de relación con el sujeto -que es observado-.
Cuando el voyeurismo es un trastorno, el voyeur pasa mucho tiempo buscando ocasiones para observar.
Como resultado, pueden descuidar aspectos importantes de su vida y no cumplir con sus responsabilidades.
El voyeurismo puede llegar a ser el método preferido de actividad sexual y el voyeur puede pasarse innumerables horas espiando.
¿Cuándo se diagnostica el trastorno voyeurista?
Los médicos diagnostican el trastorno voyeurista cuando las personas afectadas se sienten angustiadas o son menos capaces de funcionar bien debido a su comportamiento, o han actuado según sus impulsos con una persona que no ha dado su consentimiento.
¿A que edad puede desarrollarse el trastorno?
El voyeurismo generalmente comienza durante la adolescencia o en los primeros años de la edad adulta. Es frecuente un cierto grado de voyeurismo, con mayor frecuencia en chicos y hombres adultos, pero cada vez es más frecuente en mujeres.
Diagnostico del trastorno de vouyeurismo (voyeurismo)
Antes de ser diagnosticada una persona con trastorno de sexual o parafilia de voyeurismo debe ser analizada por un especialista y según las conclusiones que éste saque según historia clínica, conducta y personalidad va a determinar -o no- si la persona realmente padece este trastorno y como lo va a tratar según sus condiciones personales y que tan intenso sea el impulso o fantasía.
Los médicos especialistas van a diagnosticar un trastorno voyeurista cuando:
a. el paciente se han excitado de forma repetida e intensa observando desprevenidamente a una persona que se encuentra desnuda, desvistiéndose o participando en actividades sexuales, y la excitación se ha expresado en forma de fantasías, impulsos o comportamientos.
b. como resultado, el afectado se siente muy afligidos o es menos capaz de funcionar bien (en el trabajo, con su familia o en interacciones con amigos), o ha actuado según sus impulsos con una persona que no ha dado su consentimiento.
c. ha sufrido la enfermedad durante 6 meses o más.
Tratamiento del vouyeurismo (voyeurismo)
El tratamiento suele comenzar después de que el voyeur (persona que padece el trastorno sexual – parafilia de voyeurismo) ha sido detenido.
Lo que los especialistas recomiendan es que ese tipo de trastornos se traten con sesiones de psicología, grupos de apoyo, fármacos antidepresivos y los ISRS*.
Si estos fármacos son ineficaces y el trastorno es grave, se pueden emplear fármacos que reducen las concentraciones de testosterona y, por lo tanto, reducen el impulso sexual.
Estos fármacos incluyen leuprorelina y acetato de medroxiprogesterona.
Las personas deben dar su consentimiento informado para el uso de estos fármacos, y los médicos les realizan de manera periódica análisis de sangre para controlar los efectos que tienen sobre la función hepática, así como otras pruebas (incluyendo pruebas de densidad ósea y análisis de sangre para medir los niveles de testosterona).
*ISRS significa “Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina”